El lenguaje en los primeros años es sin duda además de una forma de comunicación con los otros, la clave de la representación de los conceptos, las categorías, el sentido y significado de los objetos, sucesos e imaginarios, en fin, la capacidad de representación del mundo que rodea al sujeto y a nivel global, se construye en estos primeros años. Es el momento en que más sinapsis ocurre a nivel cerebral (Garton, 1991; Egan, 1997), por lo que la escuela y la familia tienen una importante tarea para desarrollar en la primera infancia el mundo de las representaciones “el límite de tu lenguaje es el límite de tu mundo”. (Wittgenstein, 1996)